Esta pregunta tal vez pase por los aficionados a la lucha libre no una sino cientos, miles de veces. Existe la creencia de que es por dinero, y los luchadores que estelarizan en los circuitos nacionales tal vez tengan el privilegio y la responsabilidad de vivir de la lucha libre. Pero siendo realistas, para alguien como yo, que soy "localito", al parecer termina siendo una lucha de invertir mucho más recursos económicos, además del esfuerzo y el tiempo que implica el entrenamiento, que el que se obtiene por luchar.
Y tal vez retomando eso, se dá uno cuenta de qué tan genuino es el deporte de la lucha libre. Pues implica que hombres y mujeres de todos los estratos sociales no buscan el estímulo económico como recompensa principal para todo el esfuerzo que implica el deporte de los costalazos.
No, yo me he dado cuenta a través de mi corta carrera que es el poder nutrir su alma de aplausos, el disfrutar de una arena a reventar, el demostrar a sus rivales que tiene el músculo, la garra y la estrategia, y el salir adelanta aunque sea una derrota más para la colección. Pero la energía del público, esa, esa no tiene comparación y no se puede comprar con nada del público que se te acerque un niño o niña y con toda ilusión en sus ojos, te solicite un autógrafo.
La gente que conoces, los luchadores que por mucho o poco tiempo convives con ellos, por lo general valen su peso en oro no solo por las muchas historias con las que te pueden entretener en viajes largos, sino además por sus conocimientos, y el tener una llave que te enseñe cualquier luchador, es todo un privilegio.
Eso es vida.