Arriba...y adelante

Desde que comenzó mi carrera en la lucha libre profesional, he estado rodeado de verdaderos amigos que he comenzado admirando para ver como evolucionan y se convierten en superestrellas. Rudazos como Mario Mora y Tiger Boy, elementos de Mazatlán, Sinaloa, se han convertido en la plaza donde se presenten, en garantía de excelente lucha. Ver, por ejemplo, a Mario Mora enfrentarse a Huracán Ramírez Jr., a Kung Fu Jr., o a Tiger Boy hacer un excelente llaveo con un maestrazo de lucha como lo es El Gran Apache, se llena uno de orgullo de saber que estos fabulosos gladiadores son amigos de uno.

Y es que esta gira no solo fué para mí de muchas alegrías, sino también de tristeza. Mario Mora y Tiger Boy estarán ausentes de las carteleras mientras desarrollan proyectos personales y espero les vaya muy bien donde quiera que vayan, y por supuesto que regresen pronto.

Y qué decir de Shiryu Dragón, otro compañero que ha convertido las giras en un motivo de gran expectación tanto para el público como para con los compañeros, pues no solo con su alegría, optimismo y trabajo nos hace fácil el trajín de la lucha, sino además por sus grandes enseñanzas, pasó a engrosar el de por sí estelar regimiento de luchadores rudazos que tiene la empresa Tres Veces Estelar.

Vale la pena contar con amigos tan fabulosos, pues inspiran a uno a trabajar más duro, entrenar aún más duro y darle al público lo que se merece, lucha de calidad y diversión de altura.

Que Dios los acompañe.